Propuesta Municipal

¿Qué Comuna queremos?

Queremos una comuna profundamente ecológica que no sólo sea ejemplo de sustentabilidad para Chile, sino para Latinoamérica.

Conoce mis propuestas

Frente a la crisis climática, el rol de los gobiernos locales es fundamental, sobre todo los que tienen recursos disponibles para tomar medidas ambiciosas, como es el caso de Las Condes. En Chile, la recuperación de residuos domiciliarios no supera el 1,98%. Por lo mismo, es una prioridad desarrollar un programa de gestión de residuos robusto que de especial énfasis en la educación sobre el reciclaje a escolares y jóvenes, así como capacitación y talleres a los diversos vecinos y vecinas de la comuna. La tasa de reciclaje de Las condes es baja para su nivel de ingreso. Y frente a la estrategia nacional de residuos 2020-2040, que entre sus propuestas está valorizar 2/3 de los residuos orgánicos al 2040, Las Condes tiene el deber de ser líder. Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos 2020-2040

Si repensamos el sistema de recogida de los residuos hay un punto a tener en consideración, que es la desconfianza sobre el proceso de separación y selección. Por lo mismo, consideramos clave desarrollar un sistema lo más transparente y didáctico posible donde se expliquen y comuniquen cada uno de los pasos por los que pasa nuestra basura para luego ser reciclada. Se debe generar la confianza necesaria. Es común ver personas que no tienen motivaciones para reciclar por desconfianza en que el desecho sea efectivamente bien reciclado. Para esto, hay que desarrollar un Plan de Comunicación Ambiental y un Programa de Educación Ambiental para colegios de la comuna.

En relación al reciclaje es muy relevante generar conciencia sobre la importancia de rechazar y reutilizar, antes que reciclar. Disminuir y en lo posible eliminar los plásticos de un solo uso y todo tipo de desechos que pueden ser reemplazados por vidrios. Y para esto, es fundamental tener un trabajo coordinado con ONGs, fundaciones y todo tipo de comercio local. Las Condes además, tiene el desafío de hacer una implementación efectiva de la nueva Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley n° 20.920), más conocida como ley REP o Ley del Reciclaje, la cual fomentará la cadena del reciclaje para reducir la generación de residuos y así proteger la salud de las personas y el medio ambiente. La ley establece que, a partir de 2022, los productores e importadores deberán organizar y financiar la recolección y valorización de los residuos que introduzcan al mercado cumpliendo las metas establecidas por el Ministerio del Medio Ambiente.

En relación al reciclaje de residuos orgánicos, si bien a partir del 1° de febrero del 2021 hay un nuevo bioprocesador para este tipo de residuos, ubicado en el Punto Verde de Cerro Colorado 5051, creemos que no es suficiente para el tamaño de la comuna. Es necesario tener más bioprocesadores y centros de compostaje abiertos a toda la comunidad (sin necesidad de inscripción previa) en todas las plazas de la comuna. Y luego, ese compostaje debe ser idealmente reutilizado como abono en plazas y parques. 

Actualmente contamos con 11 Puntos Limpios, 1 Punto Verde (Centro de Acopio para voluminosos, un Centro de Difusión Ambiental), 28 Puntos limpios móviles y 8 puntos de reciclaje de pilas. Creemos que es fundamental ampliar el acceso a los puntos limpios. Mientras más cercanos estén al diario vivir de las y los vecinos, más posibilidades hay de que una mayoría recicle.

Queremos apostar a tener puntos limpios en todas las plazas de la comuna, donde no sólo se reciclen papeles, cartones, botellas plásticas y vidrios, sino también residuos orgánicos y diversos desechos como pilas, latas, tapas y electrónica. Desde el municipio se deben crear mecanismos para que las y los vecinos puedan empezar a separar desechos orgánicos en sus departamentos y casas, y tengan todas las facilidades para poder hacer compost. Los mismos puntos limpios de las plazas deberían recibir este tipo de residuos, y luego, podrían ser un abono muy útil para los jardines y las huertas comunitarias.

Las Condes si bien es una de las comunas con más recursos económicos de Chile, cuenta con 4,87 mt2 de áreas verdes por habitante, mientras que el estándar óptimo es de 10 mt2 (Sistema de Indicadores y Estándares del Desarrollo Urbano). Sabemos bien que la sequía es un factor determinante a la hora de desarrollar programas de áreas verdes, sobre todo en un contexto de crisis climática donde la falta de agua se acentúa. Regar grandes parques se puede volver contraproducente. Pero sí es claro que se pueden desarrollar entornos verdes que conversen más con el contexto. Y una de las mejores iniciativas son las huertas comunitarias. Estas huertas en lo posible deben ser agroecológicas.

Sin fertilizantes ni pesticidas. Los barrios podrían lograr tener una alternativa de alimentación saludable que en grandes ciudades como Santiago tiene un alto costo. La plantación de frutas y verduras no sólo ayuda a tener una dieta más equilibrada, sino también ayuda a cuidar el medio ambiente, mejorar el entorno de los barrios y permite generar nuevas relaciones entre las y los vecinos. Es un aporte en la reconstrucción del tejido social. Una de las medidas que deberían implementar para la mejora del espacio público es el reemplazo del pasto por plantas con menor consumo hídrico.

Este tipo de iniciativas también fomentan la integración social, generando instancias que podrían ayudar a enfrentar la segregación que existe en algunos barrios actualmente en Las Condes. Existen muchos casos en que barrios de grandes ciudades han desarrollado iniciativas innovadoras y culturales que han logrado dignificar el entorno, incluso impactando en el valor del terreno. Esto es sin duda un problema a considerar al impulsar este tipo de iniciativas. Es importante tener en alerta el impacto negativo de la gentrificación.

Mientras más “común” sea un proyecto, y en el caso de un huerto comunitario, mientras más partícipes sean los vecinos de los cambios de su entorno, la iniciativa va a tener una mayor capacidad de resiliencia y será más perdurable en el tiempo. El gran desafío del Estado y los municipios es lograr ser un buen complemento a los bienes comunes. También sería interesante abordar proyectos de huertas o jardines en muros verticales, paneles solares comunitarios, huertos escolares, patios comunitarios, balcones con flores y plantas, cubiertas de edificios con árboles, entre otras diversas iniciativas.

Si bien Las Condes fue declarada por el Ministerio de Obras Públicas como comuna en Zona de Escasez Hídrica a través de los Decretos N°125 de octubre de 2020 y N°58 de abril del 2020, junto a Lo Barnechea y Vitacura, y se comprometió a reducir el gasto de agua, es clave desarrollar otro tipo de mecanismos para un uso eficiente y sustentable de los recursos disponibles. También sería importante desarrollar una Estrategia comunal de uso de agua como se hizo en la comuna de Providencia para el 2020-2030: Ver estratégia hídrica local

Para esto, proponemos la gestión de aguas grises, que provengan principalmente de lavatorios en jardines infantiles, colegios municipales y centros de adulto mayor para el riego de sus áreas verdes. El uso de aguas grises se puede transformar en una excelente iniciativa para abordar la crisis hídrica y climática. Toda iniciativa se impulsará bajo la ley núm. 21.075 que REGULA LA RECOLECCIÓN, REUTILIZACIÓN Y DISPOSICIÓN DE AGUAS GRISES (2018).

En este tema sería importante fiscalizar avances y coordinar gestión con el Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (SNCAE) que tiene por objetivo la Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales y busca ser una estrategia integral para abordar la educación ambiental para la sustentabilidad en los establecimientos educacionales del país. Desde la educación parvularia hasta la educación media, de cualquier dependencia.

Otro objetivo será coordinar la certificación pública a los establecimientos educacionales de Las Condes que implementan exitosamente estrategias de educación ambiental en sus comunidades escolares.

Mientras un auto por 7 km contamina 340kg de CO2, en micro 211kg y en metro 42kg, en bicicleta la contaminación es cero. Si el 60% de las y los habitantes de la comuna de Las Condes recorremos esos 7 km en auto, en un año generamos 53.000.000 kg de CO2, lo que equivale a más de 25 millones de árboles. Es fundamental empezar a fomentar, desde el municipio, el uso de la bicicleta para movilizarnos, y para esto es esencial tener más y mejores ciclovías. También habría que analizar y fiscalizar mejor el exceso de velocidad en ciertas calles de la comuna (Isabel la Católica, Martín de Zamora, etc.) que generan un riesgo importante para las y los ciclistas.

Para fomentar el uso de la bicicleta, es primordial cambiar el actual sistema de bicicletas “Bici Las Condes”. Se debe integrar los sistemas de bicicletas de las Condes con las del resto del gran Santiago (BikeSantiago). Se debe remediar el error de haber decidido ir en contra de un sistema transversal. Hoy una persona podría recorrer 22 kms para llegar al centro de Santiago en las mismas bicicletas pero lamentablemente Las Condes tiene otro sistema. Para tener ciudades integradas es clave tener un sistema único a nivel de ciudad y no obligar a la gente que lo necesita a inscribirse y pagar dos membresías. Para esto sin duda habría que evaluar el contrato vigente.

ELECTROMOVILIDAD

Otro tema relevante a trabajar será la electromovilidad. Para abarcar este ámbito se podrían analizar posibles alianzas público-privado. Algunas ideas serían: 1. fomento de plataformas de car sharing (sistema de arriendo de autos por hora) a través de arriendos económicos a estacionamientos, sobre todo con autos eléctricos. 2. Fomentar e invertir en estacionamientos masivos de bicicleta, que incluyan cargadores rápidos para bicicletas eléctricas, scooters u otros medios eléctricos. Lo ideal sería conectarlas con estaciones de metro. 3. Generar infraestructura para estaciones de carga rápida para autos eléctricos. Coordinar con ENEL y el GORE ya que es infraestructura pública que puede ser aprobada vía subsidio. También sería importante pensar en las concesiones que se podrían hacer para impulsar este tipo de iniciativas. 4. Analizar situación del tranvía. Si bien se resolvió que no era viable y de interés público, habría que repensar y desarrollar un proyecto eléctrico de transporte. 5. Todas las nuevas compras de autos, buses y camiones de la municipalidad debiesen ser eléctricos. Y habría que analizar los contratos con los autos de seguridad para que en lo posible fueran todos eléctricos. 

En relación a la electromovilidad, se podría hacer un trabajo conjunto con empresas de la comuna para propiciar talleres de automóviles para pensar una transición conjunta que incluya capacitación, apoyo a postulación y gestión de cursos SENCE, CFT o IP, etc. Esta misma discusión la tenemos que tener para la conversión de autos fósiles a eléctricos (analizar tema legal). Y, en tercer lugar, hay que coordinar con las empresas de transporte de personas o bienes de la comuna como colectivos para hacer posibles alianzas hacia autos eléctricos. 

La comuna de Las Condes es una de las 12 comunas de Chile que tiene consumo energético extremo, con un consumo de 1308 kw/año per cápita residencial. Frente a este escenario no sólo es necesario generar incentivos para disminuir el consumo de energía (acompañado de campañas comunicacionales) sino también, se hace urgente plantear alternativas de energía sustentable. Si bien están disponibles los datos sobre energía eléctrica, también sería importante analizar el consumo en calefacción, aire acondicionado y todo tipo de combustibles, para establecer alternativas y promover la eficiencia energética.

En iniciativas de ecología urbana también es importante dar el ejemplo. La Municipalidad de Las Condes debiese desarrollar un entorno verde y seguir un modelo sustentable es la infraestructura municipal. La red de alumbrado público y la infraestructura municipal debiesen provenir de energías renovables no convencionales. Además, se podrían incluir paneles solares en todos los edificios públicos o rodearlos de jardines verticales. También se podrían realizar coberturas de edificios residenciales a través de concursos públicos y aumentar la entrega de incentivos económicos a proyectos de innovación social.

La comuna de Las Condes debería iniciar un proceso de búsqueda de políticas de fomento de otro tipo de actividades económicas, que aseguren el acceso a alimentos nutritivos a precios accesibles y tengan una producción con bajo impacto ambiental, promoviendo la participación ciudadana, la educación ambiental e incentivando el desarrollo de circuitos productivos y de distribución más acotados territorialmente (alimentos de proximidad).

Entre las necesidades de la ciudad se encuentra una de las más esenciales: la producción de alimentos, la cual depende de las zonas rurales. Esta dependencia se suma a los altos costos ambientales que el suministro de alimentos tiene, los cuales alcanzan una cifra cercana al 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero globales. Y esto se ve exacerbado por la alta cantidad de alimentos desperdiciados, la cual alcanza cerca de un tercio del total de alimentos a nivel mundial (FAO, 2019). Por todo lo anterior, se debería trabajar en la creación de políticas urbanas alimentarias. Se podría conformar un grupo de gobernanza, liderado por el municipio, que agrupe a los actores públicos, empresas, organizaciones sociales y la academia en la producción, distribución, consumo y manejo de residuos en el sector de los alimentos. 

Es importante que desde los gobiernos locales se impulsen políticas agroalimentarias, tanto desde la producción local (incentivos para comerciantes) como en la compra y distribución de alimentos en la red de colegios municipales (JUNAEB). También se podrían desarrollar planes de promoción y visibilización de productos producidos localmente (productos de proximidad), acceso a tierras municipales para el desarrollo de huertas comunitarias, y planes de conservación de espacios agrarios en la planificación urbana.  La soberanía alimentaria es muy positiva porque entrega libertad de decidir sobre la producción de los alimentos y también permite desarrollar núcleos urbanos integrados con el territorio, conscientes de las características y el valor de sus elementos asociados. Es importante gestionar correctamente, desde los municipios, el uso social del territorio, buscando el equilibrio entre los espacios de producción alimentaria y los espacios naturales. Además, un huerto comunitario no sólo ayuda a la economía familiar con la cosecha de alimentos, sino también genera vínculos entre los vecinos que muchas veces pueden transformarse en una gran red de apoyo.

Esta propuesta consiste en impulsar que Las Condes se certifique bajo el SCAM (Sistema de Certificación Ambiental Municipal). Lamentablemente es una de las 6 comunas de la Región Metropolitana que no está certificada. Son 42 las que actualmente están certificada, entre ellas, Vitacura, Lo Barnechea, Peñalolén, La Reina, Ñuñoa, Maipú, etc. Y son 4 las que ingresaron el 2020. 

Frente a la crisis climática que vivimos también es fundamental que Las Condes se incorpore a la Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático (RedMuniCC). Esta red nace el 2014 como una comunidad de apoyo y colaboración técnica abierta a todos los municipios de Chile que deseen tomar el compromiso explícito de planificar y gestionar su territorio, considerando el cambio climático como el escenario que está determinando los desafíos del siglo XXI. Las Condes lamentablemente también es de las pocas comunas de Santiago que no está presente. Del sector oriente está Vitacura, La Reina, Providencia, etc. 


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